Reírse, hacer ejercicio o tan solo estornudar pueden ser un momento a temer para quienes padecen de escapes de orina o incontinencia urinaria.
La vida diaria de muchas mujeres se ve afectada por esta patología, pero hay formas de prevenirla y regularla.
Si bien la edad es un factor que incide en la aparición de escapes de orina, no es determinante. Y aquí, señoras, llevamos las de perder: es mucho más frecuente entre las mujeres que entre los hombres.
Escapes de orina en las mujeres
Según la revista Buena Salud, una de cada tres mujeres sufren incontinencia y luego de los 40 años, la incidencia aumenta a una de cada dos, siendo la menopausia un posible desencadenante.
Del mismo modo, esto puede suceder en el embarazo y postparto, dados los cambios que experimenta el cuerpo de la mujer durante estas tres etapas.
La incontinencia urinaria abarca desde pequeños escapes de orina hasta no poder retener el líquido antes de llegar al baño. Pero no desesperemos: hay soluciones de todo tipo.
Estos son algunos de los consejos que da The American Congress of Obstetricians and Gynecologist (ACOG) como tratamiento para reducir las probabilidades de escapes de orina.
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Cambios de hábito
- Adelgazar: estudios demostraron que esto reduce la frecuencia de los escapes en mujeres con sobrepeso u obesidad.
- Controlar cuánto líquido ingieres: para saber si estás bebiendo lo que tu cuerpo necesita debes chequear el color de la orina. Si es pálida o sin color, se está tomando agua de más; por el contrario, si tiene color y olor, necesitas aumentar la ingesta de líquidos. Sé especialmente cuidadosa en este punto, ya que es preferible beber de más y sufrir un escape que correr riesgo de deshidratación.
- Evitar la cafeína: está presente en el café, el té y algunos refrescos. Trata de reducir su consumo ya que tiene efecto diurético.
- Dejar de fumar: si bien aún no se ha descubierto cómo se relaciona este hábito con la incontinencia, está probado que quienes fuman la padecen más.
Consejos para lidiar con los escapes
La “Guía clínica sobre la incontinencia urinaria” de la European Association of Urology agrega a lo anterior, dos cosas que pueden ayudarte a controlar la pérdida involuntaria de orina:
- Cruzar las piernas y doblarse hacia delante: lo puedes hacer cuando toses, estornudas, te ríes fuerte o realizas alguna maniobra que te suela provocar escapes.
- Programar las micciones: orinar cada dos horas también ayuda a controlar las pérdidas.
Ejercicios de Kegel
Sirven para fortalecer los músculos pélvicos.
El ACOG aconseja realizarlos de la siguiente manera: contrae los músculos que usas para detener la salida de la orina, mantenlos así durante diez segundos y relaja.
Presta especial atención a estar contrayendo esos músculos y no los glúteos o el abdomen.
Aconsejan repetir este ejercicio entre diez y veinte veces al menos tres veces por día.
Ten paciencia y constancia: los resultados pueden tardar entre un mes y un mes y medio en verse.
En caso de no poder realizar esta contracción, hay fisioterapeutas que con distintos procedimientos ayudan al paciente a identificar los músculos correctos y hacerles ganar tonicidad para después poder ejercitarse solos.
Consulta a tu médico
Para casos avanzados hay opciones algo más invasivas. Desde cirugías y medicamentos hasta dispositivos que se colocan en la vagina con el fin de sostener el útero y reducir los escapes de orina.
Además de estos consejos, la visita al médico es fundamental. No porque se trate de una patología grave, sino porque puedes estar cambiando tu estilo de vida por evitarte una consulta con un especialista.
No tengas vergüenza, una orientación profesional es mejor que andar incómoda por la vida.
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