Los cambios hormonales que se experimentan pasados los 50 generan toda una serie de trastornos que a cada mujer le impactan de diferente forma.
La vagina, claro, no escapa a estos cambios y puede verse afectada de distintas maneras.
Aquí te cuento qué esperar y cómo cuidar esta delicada zona a partir de los cincuenta años.
Combatir la sequedad vaginal
Una de las consecuencias que tiene la retirada de los estrógenos sobre la zona íntima es la sequedad vaginal.
Para ayudar a reducir las molestias puedes recurrir a las cremas con estrógenos, pero considéralas siempre bajo supervisión médica.
Las isoflavonas son grandes aliadas de la mujer en esta etapa de la vida, ya que no solo ayudan a combatir la sequedad vaginal sino también los sofocos y hasta los cambios de ánimo.
Se trata de un compuesto químico natural, de origen vegetal, que imita el efecto de los estrógenos.
Las isoflavonas se consiguen en comprimidos, pero además puedes incorporarlas en la dieta, mediante el consumo de soja y sus derivados (tofu, leche de soja, por ejemplo).
Otro producto que tu vagina agradecerá pasados los 50 son los lubricantes, ya que otro trastorno indeseado asociado a la sequedad es el dolor durante las relaciones sexuales.
Uno de los productos naturales más usados para dar lubricación a la zona íntima femenina es el aceite de coco.
Prevenir infecciones urinarias
Dados los cambios hormonales de la menopausia, la mucosa vaginal se modifica y está más indefensa ante la invasión de gérmenes intestinales.
Por este motivo, hay que tratar de evitar el estreñimiento, lavarse siempre de adelante hacia atrás y estar atenta a los escapes de orina.
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Hacer ejercicios de tonificación
Después de los 50 puede aparecer un problema muy molesto: la incontinencia urinaria, tal como te decía antes.
Una forma de evitar estas pérdidas de orina es tonificar los músculos genitales.
Los ejercicios de Kegel son bastante populares y muy sencillos de hacer.
Debes contraer lo músculos como cuando intentas retener la orina, mantener diez segundos y soltar.
Se aconseja repetirlo entre diez y veinte veces, unas tres veces por día. Así, toda tu zona íntima estará más fortalecida cuando más lo necesite.
Cuidar la higiene y ropa interior
Aquello que está en contacto con la vagina también influye en que haya más o menos molestias, picazones o ardor.
Mantener una buena higiene es fundamental a cualquier edad, pero en los 50 hay que prestar especial atención a no usar un jabón demasiado agresivo y evitar las duchas vaginales.
Opta por jabones suaves: demasiada limpieza puede terminar siendo contraproducente.
Lo otro es la ropa interior. Imagínate que está en contacto permanente todo el día, hagamos lo que hagamos, así que más vale elegirla bien.
Prefiere el algodón por sobre cualquier otra tela sintética y todo allí abajo andará mejor.
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