Empezar el gimnasio… suena tan sacrificado como arrancar una dieta o tener que madrugar.
Pero ese es solo un punto de vista.
Hacer ejercicio no necesariamente implica ir a un gimnasio, sufrir y pasarlo mal.
Nada de eso.
Las primeras veces que entrené fue en esas clásicas máquinas que mal reguladas pueden ser la peor pesadilla de cualquiera, tengas la edad que tengas.
Pero luego descubrí que ejercitarse abarcaba una gran cantidad de variantes que no tenían que ser dolorosas o aburridas.
Si estás en tus 50, quizás ya hayas pasado por varias experiencias de entrenamiento.
O tal vez no.
En cualquier caso, nunca es tarde para empezar.
Incluso te diría que si nunca te has ejercitado, este es el momento indicado para comenzar a hacerlo.
Llevar una rutina de ejercicios, como te decía, no es solo que duelan los músculos.
Eso puede pasar, claro, pero la lista de beneficios lo compensa:
Generas endorfinas, las famosas “hormonas de la felicidad” que te darán buen ánimo y lidiarás mejor con el estrés y la ansiedad.
Mejora la oxigenación del cuerpo y con ello la salud cardiovascular.
Ayuda a controlar el peso ya que quemas calorías.
Contribuye a dormir mejor.
Fortalece los huesos, lo que previene el avance de la osteoporosis.
Mejora la flexibilidad, la fuerza y tonifica los músculos, lo que reduce dolores y previene caídas.
Lee también: Las mejores rutinas de ejercicio a partir de los 50
Todo esto suena como una excelente excusa para decidirte, ¿no crees?
Aquí te doy unos tips que te ayudarán a comenzar tu propia rutina de ejercicios
Evalúa las opciones
No hay una sola forma de mover el cuerpo.
Caminar, nadar, bailar, practicar yoga, Pilates, Tai Chi, aparatos, aerobics, entre otros.
Escoge algo que te guste
Eso te dará entusiasmo para arrancar y constancia para seguir.
Hará que lo sientas como un momento de placer dedicado a ti misma y no como una obligación.
Convence a una amiga para ir juntas
El miedo a la primera clase es menor cuando es de a dos.
Ir con alguien más genera también el compromiso de cumplir con la otra persona.
Y, además, ir con una amiga seguro lo hará más entretenido.
La gimnasia gratuita existe
Puede que agregar un gasto extra a tu presupuesto no sea una opción.
Pero aún así se puede, por ejemplo, haciendo algo tan simple como salir a caminar.
Otra posibilidad (pero debes hacerlo con cuidado), son los videos de ejercicios.
Encontrarás miles en YouTube. Te recomiendo los de Jane Fonda que son aptos para todos y muy entretenidos.
Haz que se adapte a tus horarios
Si tienes que hacer malabares para encajar el ejercicio en tu rutina, es probable que lo termines dejando.
Cerca es mejor
Ya sea para una clase de baile o para caminar una hora, busca que el sitio elegido te quede a mano y te resulte fácil y rápido llegar.
Ve a tu ritmo
Pasar de nada a todo puede desanimarte.
Si escoges caminar, la primera vez no puedes recorrerte la ciudad.
Empieza de a poco, con objetivos realistas y acordes a tu estado físico.
A medida que vayas entrenando, podrás aumentar la exigencia en tiempo o esfuerzo.
Que no te gane la pereza.
Recuerda que el ejercicio hará que te sientas y te veas mejor.
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