El maquillaje puede jugar a nuestro favor a todas las edades para destacar los rasgos y disimular lo que no nos gusta.
La producción de colágeno empieza a disminuir a partir de los 30 años, lo que se manifiesta en un cutis más opaco, fino y propenso a tener arrugas. Llegada la madurez, estos cambios se hacen más evidentes.
La piel madura puede mostrar marcas de expresión, algunas arrugas, manchas por daño solar, sequedad excesiva y pérdida de elasticidad.
Pero, sacándole provecho a los productos adecuados, se puede conseguir un look fresco y natural.
“Primer” o prebase
El “primer” prepara la piel para que el maquillaje dure más y luzca mejor. Con el cutis limpio e hidratado, aplica el “primer”.
Así, se atenúan marcas de expresión y arrugas. Pon también un poco en los párpados y alrededor de los ojos para humectar y dejar el área lista para las sombras y el delineado.
Base de maquillaje
La base de maquillaje es justo lo que necesitas para que todo lo demás destaque.
Elige una base que sea líquida y ligera, para que hidrate y cubra sin sobrecargar.
Disimula marcas, humecta y da un tono homogéneo. Si tiene protector solar, mucho mejor, así retrasas el fotoenvejecimiento.
No olvides aplicarla en cuello y escote.
Iluminador y corrector
El iluminador da un toque de luz al rostro. Debajo de las cejas, ayuda a levantar la mirada.
También aporta frescura cuando se aplica un poquito en la frente y en el extremo superior de los pómulos.
Si tienes que elegir, prioriza el uso del corrector de ojeras para una mirada descansada.
Sombras y delineador
El maquillaje puede ayudar a abrir la mirada cuando tienes párpados caídos.
Respecto a las sombras, conviene aplicar un tono más oscuro en la esquina exterior y tonos más claros en el resto del párpado. Siempre difuminando, para que se vea natural.
Si bien depende de cada rostro, en general el delineado conviene que sea suave. Hazlo en el párpado móvil, bordeando las pestañas.
El delineado inferior a veces achica el ojo, pero depende el caso.
Consejo: prueba delineados diferentes en cada ojo para comparar y ver cuál favorece más tu mirada.
Máscara de pestañas
La máscara de pestañas también agranda los ojos y hace la diferencia. Aplícala un par de veces, siempre hacia arriba.
No abuses de las máscaras a prueba de agua si realmente no la necesitas.
Tampoco hace falta someter las pestañas al rizador: muchos productos actuales son suficiente para alargarlas y arquearlas.
Labiales
Con la edad, los labios tienden a perder grosor. Si quieres destacar tu boca de la mejor manera, elige labiales suaves, con brillo y de tonos rosados.
Antes de aplicarlo, perfila el contorno de la boca.
Opta por un lápiz delineador de un tono similar a los labios, para que luzca natural.
Otro truco para destacar la boca es aplicar un tono más oscuro en las comisuras y uno ligeramente más claro en el centro. Así, se crea la ilusión de volumen.
El toque final
Puedes aplicar un poco de polvo para opacar el brillo, pero sin abusar: ¡queremos que la piel se vea luminosa!
Pon un ligero toque de rubor en las mejillas para completar el look.
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