Pienso que nunca es tarde para aprender algo nuevo que pudiera ayudarte a salir adelante o facilitarte la vida.
En el mundo actual en que la tecnología y las redes sociales avanzan inexorables, es más importante que nunca hacer lo posible por estar siempre al día.
Te contaré una anécdota personal relacionada con esto
Me he ganado la vida siempre con un teclado.
Empecé a escribir y traducir guiones en los tiempos en que sólo había máquinas de escribir manuales.
A los dieciséis años intenté aprender a mecanografiar al tacto, pero me resultó aburrido y me dolían los dedos.
Aquellas teclas manuales eran realmente duras. Además, no tenía la paciencia suficiente.
Así que lo olvidé y me dediqué a escribir con uno, dos o tres dedos, mirando siempre el teclado.
Pasaron los años y seguí escribiendo de la misma manera, en máquinas de escribir eléctricas y más adelante en la computadora.
A los 35 años empecé a tener dolores de cuello y molestias en los ojos por mirar el teclado, la pantalla y a veces notas en papel.
Pensé que si por fin aprendía a mecanografiar al tacto, esto aliviaría mis achaques y posiblemente me ayudaría a escribir con más rapidez.
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Compré un CD con un curso de mecanografía al tacto (cuando no habían cursos en Internet) y cada día practiqué religiosamente.
Después de cada lección, tenía que volver a mi trabajo habitual, otra vez al teclado.
Entonces tuve que tomar una decisión
O bien hacía mi trabajo mirando las teclas, pero deshaciendo los beneficios de la lección, o bien me proponía teclear MUCHO más despacio mientras practicaba mi nueva habilidad, con la certeza de que a la larga mejoraría.
No fue fácil. Durante unos días probé cambiando de un método al otro. Pero al poco tiempo decidí que tenía que optar siempre por la mecanografía al tacto, como fuera.
Más de dos décadas más tarde, no puedo ni imaginar escribir de otra manera.
Esa nueva habilidad aprendida algo tarde, me convirtió en una escritora y traductora más rápida y eficaz.
Me ayudó a aliviar el dolor de cuello y las molestias de la vista, y estoy segura de que también mejoró mis habilidades motoras finas.
Aprender algo nuevo a cualquier edad también nos ayuda a mantener en forma la mente .
Empezando hoy mismo, ¿qué habilidad podrías aprender o perfeccionar que te ayudaría a mantenerte al día o a mejorar tu calidad de vida, ayudarte a encontrar empleo o desempeñarte mejor en tu profesión?
Más anécdotas en mi más reciente libro, Tu mejor edad para tener una vida extraordinaria, de Harper Collins.
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