Siempre he celebrado mi cumpleaños con entusiasmo, desde que era pequeña hasta mi más reciente cumpleaños, el número 54.
Hay muchas razones por las que, no solo no escondo mi edad, sino que, por el contrario, presumo de la misma.
En primer lugar, mi edad es parte de quien soy, como mi herencia cultural, el hecho de ser madre o de ser aficionada al yoga.
No oculto ninguna de estas cosas, entonces, ¿por qué ocultar cuántos años tengo?
¿Por qué ocultar la edad?
Lo sé, lo sé. Hay mujeres que trabajan en el mundo corporativo y sienten que podrían ser discriminadas por su edad. Y este es un argumento muy válido.
He trabajado por mi cuenta toda mi vida, por lo que no siento la necesidad de ocultar cuántos años tengo.
Esto significa que hago alarde de mi edad por todas aquellas mujeres que no quieren o no pueden hacerlo.
Hablo abiertamente de esto porque, cuando decimos que “la sociedad” discrimina por la edad, bueno, pues todos formamos parte de la sociedad. Cada uno de nosotros.
Elijo usar mi voz para mostrarle al mundo que, cuando se trata de lo que somos o no somos capaces de hacer, la edad no significa nada.
Inspiración para mujeres más jóvenes
Principalmente me considero escritora, pero también me pagan por ser “influencer” y embajadora de marcas.
Esto significa que las marcas que buscan trabajar con mujeres más jóvenes quizá me descarten, y no pasa nada. No se puede serlo todo para todo el mundo.
Sin embargo, curiosamente, la mayoría de mis seguidores de Instagram tiene entre 25 y 35 años, seguidos por quienes tienen entre 35 y 45.
Esto demuestra que la gente busca inspiración y modelos a seguir en personas de todas las edades.
Y recuerda que, como te dije, soy franca respecto a mi edad. Incluso la tengo publicada en mi perfil de Instagram.
Por otro lado, hay muchas marcas que uso y que me encantan, que se atreven a trabajar con mujeres maduras.
Conozco mujeres de más de 60 y 70 años que son blogueras y embajadoras de marcas, lo cual me hace muy feliz.
Han pasado casi cuatro años desde que lancé VivaFifty.com, apenas unos meses después de haber cumplido 50.
¡Creí que solo las mujeres de mi edad en adelante nos leerían!
No sabía que serviríamos de inspiración para mujeres más jóvenes, quienes me escriben para agradecerme el hablar en público de mi edad, mi vida y mi práctica de yoga.
Me dicen: “gracias a ti ya no temo envejecer”. Y tengan por seguro, que SÉ que soy joven. Todo depende del punto de vista.
Para una chica de 20, soy un dinosaurio, aunque flexible y bastante ágil. Para una mujer de 80, soy una niña. Para mi abuelita, que tiene 100 años, apenas tengo un poco más que la mitad de su edad.
Así que voy a seguir luciendo orgullosa mi edad y compartiendo mi camino con quienquiera que encuentre en esto una poquito de inspiración.
En mi mundo, solo hay una forma de celebrar un nuevo cumpleaños: con gratitud y alegría. Muchos no llegan a disfrutar de este privilegio.
Acompáñame en la lectura de mi más reciente libro, Tu Mejor Edad, de la editorial HarperCollins, donde te cuento todo esto y más. También puedes descargar las primeras páginas del libro GRATIS.
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