Ponerse metas y alcanzarlas es algo que surge cada fin de año y comienzos del siguiente, pero no tendría que ser así.
A menudo es más fácil conseguir lo que nos proponemos en cualquier época del año, porque no tenemos la presión de una fecha en el calendario.
Proponerse metas nos ayuda a avanzar y sacar el mayor partido a la vida.
No es preciso que sean cosas grandiosas como dar la vuelta al mundo en 180 días o ganar el premio Nobel.
Quizá el peor enemigo de la evolución personal sea creer que hay que pensar en grande y que uno no puede conformarse con alcanzar metas más humildes.
Es muy respetable tener objetivos pequeños y alcanzables, mientras a ti te satisfagan.
Por otro lado, no hay que irse a meditar al Tibet ni colgarse veinte mil amuletos de la suerte para atraer cambios positivos a tu vida.
Puedes hacer algunas cosas sencillas cada día para ayudarte a avanzar hacia el destino que te has marcado.
Lee también: Cómo conseguir empleo después de los 50 años
Si te encuentras dificultad en conseguir lo que te propones, prueba lo siguiente.
Cuando sepas qué quieres conseguir, emprende acción
Por poco que hagas, que sea un paso en la dirección que quieres seguir.
Eso te hará detener la inercia de no hacer nada.
Márcate un calendario
¿Qué harás y para cuándo?
Si quieres conseguir un empleo en tres meses, ¿cuántos currículos enviarás cada semana?
¿A cuántas personas contactarás en LinkedIn?
¿A quienes les dirás que buscas trabajo?
Encuentra un compañero
Pide a un amigo que esté en tu misma situación que te sirva de apoyo y devuélvele el favor.
Daros ánimos mutuamente os servirá para seguir adelante cuando uno de los dos flaqueéis.
Comprométete a largo plazo
Pocas metas se consiguen de un día para otro.
Recuerda que habrá momentos difíciles, momentos en que parecerá que no pasa nada.
Deja que pasen, y sigue delante de todos modos.
Demasiadas personas abandonan cuando estaban a punto de conseguir algo.
¿Qué metas te propones alcanzar?
Leave a Reply