La piel madura es particularmente vulnerable a los efectos del sol, la playa y la piscina.
Puede que algo de esto varíe según la latitud donde vives, sumado a tus gustos y circunstancias, pero es en esta época del año en que las altas temperaturas y el sol nos invitan a disfrutar del aire libre.
Estos consejos que te daré son útiles tengas la edad que tengas, pero si has pasado los 50 aún más.
La piel madura es delicada y tiende a ser seca: dos características que en el verano pueden agravarse si no tienes los cuidados necesarios.
Usar protección solar
Siempre te recomendamos proteger la piel del sol para prevenir el envejecimiento prematuro, pero en verano más que nunca, ya que en esta época los rayos ultravioletas son más agresivos.
Así que, si sabes que vas a estar un rato considerable al sol, usa protección solar no menor a SPF 30.
No te fíes de las sombras ni de las nubes y tampoco de aquello de que el producto es resistente al agua.
Mejor untar de más que terminar colorada, con la piel reseca y manchada.
Y no te olvides de esos pequeños puntos que después acaban incinerados: orejas, nuca y empeines de los pies.
Tomar líquido
Las altas temperaturas requieren mayor ingesta de líquidos con el propósito principal de no deshidratarse.
Pero tomar la cantidad adecuada de agua y jugos no solo es bueno para la salud, sino también para la estética: se nota en la piel, ya que impacta en su nivel de hidratación.
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Usar cremas hidratantes
Ayudar a la piel por dentro tomando agua… y por fuera con cremas hidratantes. La piel madura suele ser seca y esto se potencia cuando te expones al sol.
Además, en verano es probable que estés mucho tiempo en ambientes con aire acondicionado que, si no tienen humidificador, secan todo, incluida tu piel.
Así que recuerda: la clave es la hidratación de la cara y el cuerpo, sin olvidar escote ni cuello.
Hidratar los labios
Suele pasar que no nos acordamos de ellos hasta que se secan y se agrietan.
Una barra de manteca de cacao o de karité en el bolso será tu aliada ideal para hidratar tus labios tanto en el día a día como cuando decides tomar sol.
Bañarse luego de la piscina o el mar
Si vas a darte una zambullida en la piscina o en el mar, báñate con un jabón suave apenas llegues a tu casa o al hotel.
Es importante que los poros estén libres de cloro, sal, arena y protector solar.
Utilizar aloe vera
Es uno de los productos post-solares más recomendados para la piel. No solo alivia quemaduras sino que hidrata y tiene efecto antioxidante.
Al ser rico en vitaminas C, E y betacaroteno, contribuye a que la piel esté más firme.
Mantener una buena alimentación
Hay ciertos alimentos que son ideales para el verano, ya que ayudan a mantener la piel hidratada y joven.
¿Cuáles son? Frutas y verduras amarillas, naranjas y rojas (tienen betacaroteno), lácteos, hígado y huevo (por su vitamina A); también el aceite de oliva, los vegetales de hoja verde y los frutos secos (ricos en vitamina E).
Estos productos contribuyen a la juventud de la piel por su acción renovadora y antioxidante.
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