Enseñemos a hijos y nietos a enviar cartas manuscritas

Enseñemos a hijos y nietos a enviar cartas manuscritas
© Pixabay

Entre chats, e-mails y redes sociales, se está perdiendo la costumbre de escribir cartas a mano.

Para nosotras, hoy madres y abuelas, cuando éramos niñas, enviar cartas por correo era la forma de comunicación habitual con quienes estaban lejos, además de las llamadas telefónicas.

Pero con la llegada de Internet, los hábitos fueron cambiando. Nuestros hijos y nietos son nativos digitales y es probable que muchos de ellos nunca hayan enviado una carta por correo postal.

El valor de una carta manuscrita

Mi hermana pasó por un divorcio hace más de dos años y nos escribió una carta a toda la familia, dándonos las gracias por el apoyo.

Mis hijas que entonces tenían 14 y 11 años respectivamente, me sorprendieron escribiendo una carta a su tía y poniéndola en el correo.

Luego yo seguí su ejemplo y también le envié una carta.

Eso alegró a mi hermana más que cualquier regalo material, porque hoy día tomarse el tiempo de sentarse a escribir una nota, ponerla en un sobre y enviarla por correo es todo un acto de amor.

Retomar o redescubrir la costumbre de escribir a mano cartas para familia y amigos lejanos es algo valioso que podemos inculcar en nuestros hijos.

A continuación algunas maneras de motivar a hijos y nietos a adoptar esta costumbre.

Admirar el encanto del papel

No solo de hojas blancas para imprimir está hecho el mundo.

Una manera de animar a los pequeños a escribir cartas es ver con ellos la posibilidad de elegir papeles de colores, con suaves diseños e incluso con aromas.

También pueden comprar una colorida tarjeta o una postal del lugar donde viven y que eso acompañe la carta manuscrita.

De seguro estarán descubriendo un nuevo mundo.

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Enseñemos a hijos y nietos a enviar cartas manuscritas
© John-Mark Smith

Practicar el español o el inglés

Las cartas manuscritas pueden ser una oportunidad para que los niños practiquen español o inglés en su forma menos cotidiana y probablemente más difícil.

Si notas que les cuesta, ayúdalos para que no se desanimen y recuérdales que aunque cometan errores gramaticales, sus tíos y abuelos estarán felices de recibir algo escrito por ellos.

La posibilidad de dibujar

Aquí le ganamos con creces a lo digital.

Le podemos proponer a nuestros hijos o nietos (sobre todo si son muy pequeños para escribir una carta) que realicen un dibujo y explicarles que esa hoja llegará a las manos de sus abuelos o tíos que están lejos.

Pueden dibujar una familia, un paisaje o quizás solo un garabato con colores, lo que ellos quieran o les salga estará bien y tendrá un valor especial.

Volver a contar cuentos

Si por no tener la costumbre de enviar cartas no se les ocurre qué poner, anímalos a que les cuenten a sus familiares cómo les va en la escuela, qué hacen en el tiempo libre, si ha nevado o hace mucho calor o qué deportes les gustan.

También pueden aprovechar para detallar alguna nueva costumbre o comida de su país de origen que hayan descubierto.

Eso dará pie a que tíos y abuelos que viven lejos les hablen del tema, les pasen recetas o les narren historias por correo.

Hacer una visita a la oficina de correo postal

Acostumbrados al click instantáneo, enviar una carta manuscrita por correo postal tiene todo el encanto que te comentaba antes y, además, su propio proceso.

Con el sobre cerrado y los datos completos, vayamos con los niños a enviar esa carta, así aprenden cómo funciona el sistema de envío y la próxima vez (o cuando sean más grandes, según la edad) podrán hacerlo solos.

Lorraine C. Ladish

Bilingual and bicultural Spanish-American editor, writer, speaker, influencer, yoga teacher (RYT500) wife and mom. Founder of Viva Fifty! Published author of 18 books. Her most recent book Your Best Age was released by HarperCollins in September of 2017.

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