Siempre es bonito enamorarse, sin importar la edad. Pero también es cierto que no es lo mismo el amor a los 20, a los 35 ó a los 50.
Cada etapa de la vida se vive con distintas inquietudes, visiones y anhelos. No hay un momento ideal: cuando llega el amor, llega.
Aunque se suele relacionar el enamoramiento con la juventud, lo cierto es que miles de hombres y mujeres encontramos el verdadero amor siendo más mayores.
Yo lo sé porque me volví a enamorar a los 46 años después de haberme separado, y me casé de nuevo a los 50. Ocho años después de conocernos afirmo que mi pareja actual es el amor de mi vida.
A continuación, comparto contigo las ventajas que le encuentro a enamorarse de nuevo en la mediana edad.
1.- Aprendiste de tus relaciones anteriores
Pues sí, la experiencia que dan los años también se aplica al terreno amoroso. Ya sabes los errores que no hay que repetir.
Ya has atravesado rupturas y eso te ha hecho más fuerte y segura de lo que buscas.
2.-Sabes que se harán viejos juntos
Cuando consolidas una relación afectiva después de una cierta edad, ambos saben que envejecerán juntos, y la entrega es mucho más sincera.
Saber que solo la vejez es lo que está por venir no es triste, sino un regalo que podrás disfrutar con un compañero dispuesto a envejecer contigo.
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3.-Tienes temas ya resueltos
Algunas parejas jóvenes se resquebrajan ante, por ejemplo, la decisión de tener o no tener hijos. O cuándo tenerlos.
En la mediana edad, una unión amorosa ya tiene este tema resuelto.
Muchas familias, como la mía, se ensamblan ya con niños de parejas anteriores. Y si no hay hijos, pues no hay.
4.- Será una relación más sólida
No es un amor de verano ni un coqueteo de dos días. En la mediana edad estamos mejor plantados en la vida, y no hablo en términos económicos, sino en general.
Sabemos quiénes somos y lo que queremos. El otro también lo sabe.
Por eso es más fácil consolidar una relación de pareja basada en el compañerismo y no en la competencia.
La madurez de edad también tiene como resultado tener relaciones más maduras.
5.- Sabes lo que quieres
Bueno, siempre se puede ser indeciso, pero cuando transitamos la mediana edad ya sabemos en qué cosas estamos dispuestos a ceder y en cuáles no.
De algún modo, tenemos nuestra vida armada, no una vida por armar. Sabemos si podemos mudarnos de ciudad o no, si nuestro trabajo nos gusta o no.
Incluso si atraviesas una crisis, no eres la misma persona que a los 20: los años no solo nos dan experiencia, también aportan seguridad.
6.- Sabes a quién quieres
Es posible que hayas atravesado ya algunas relaciones amorosas y por esto eres consciente de qué tipo de persona te interesa y de cuál prefieres huir.
Los años dan conocimiento en todos los sentidos, también con respecto a los demás. Nuestro radar está mejor ajustado para detectar a quién queremos cerca y a quién no.
Lee más sobre este tema en mi libro Tu mejor edad para tener una vida extraordinaria.
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