La pareja de turistas americanos me sonríe. El inevitable tedio de las terminales desaparece cuando encontramos una persona amigable para conversar.
Ellos esperan por el avión que les llevará a Patagonia y yo el de regreso a Buenos Aires. Me cuentan sobre su viaje, del clima agradable y gente amable y de una ciudad con vista al mar.
Me muestran sus fotografías mientras, con cierta nostalgia, dicen querer regresar. Es extraño, es que aún estamos en Uruguay.
Descubren que soy uruguayo, se sorprenden, ríen y me felicitan con palabras en español aprendidas durante su estadía.
Cuando se anuncia su vuelo se despiden y parten hacia el embarque reiterando con una sonrisa su promesa de volver.
Elegir Uruguay
Equidistante de las frondosas selvas de Brasil y de la rigurosa estepa patagónica, surge Uruguay.
Recostada sobre el mítico Río de la Plata y el océano Atlántico, dueña de un clima benigno y estilo de vida calmo, se ha transformado en una de las opciones más interesantes de residencia fifty+ foreigners.
Por supuesto que Uruguay es mucho más que buen clima y gente amable.
La legislación local promueve la radicación de extranjeros validando su cobertura de jubilación y seguro de vida contratados en el extranjero.
Los ciudadanos norteamericanos no necesitan visa para ingresar al país y cualquier persona que acredite percibir pensión o jubilación igual o superior a 1.500 dólares puede solicitar su residencia legal.
Imaginen ahora un lugar de playas extensas y fuentes de aguas termales con propiedades cosméticas o curativas.
Sumen carnes y vinos de excelente calidad y la placentera sensación de que todo está muy cerca con un costo de vida aceptable. ¿Lo elegirían como sitio para su retiro?
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A dos pasos del paraíso
El clima en Uruguay es agradable durante todo el año. La temperatura media anual es de unos 18 grados centígrados (63º F.) Los veranos son cálidos y los inviernos suaves.
A orillas del Río de la Plata, su capital Montevideo, parece estar cerca de todo. El balneario de Punta del Este, sitio de la jet set internacional, está a sólo una hora y media.
La ciudad histórica de Colonia del Sacramento con sus fortificaciones coloniales, a poco más de dos horas.
Buenos Aires, capital de Argentina, con su intensa vida cultural a solo dos horas de ferry y Patagonia con sus pistas de esquí, pesca deportiva y montañas distan apenas a 3 horas de avión.
Vivir a orillas del mar
Disfrutar de un gran filete de carne con verduras y vino en un buen restaurante cuesta alrededor de 30 dólares.
Pero se puede disfrutar de una excelente cena por sólo 15 o 20 dólares. Las frutas cuestan menos de un dólar el kilo y el pescado fresco unos ocho dólares.
El costo de vida es aceptable y se puede vivir cómodamente por 1.500 dólares al mes. Claro, ahora comprendo las razones de la pareja de turistas.
Mientras el avión levanta vuelo, siento que yo también quiero regresar.
Laura Carbonell
¡¡¡¡Voy!!!!
Lorraine C. Ladish
Vamos juntas.