Acabo de cumplir 55 y ¡no podría estar más agradecida!

¡El día 25 de agosto cumplí 55 años y estoy tan agradecida que podría llorar!

Estoy más que harta de escuchar a la gente quejarse de su edad, ya sean jóvenes o más mayores. Eso solo hace que me apetezca celebrar cada uno de mis cumpleaños aún con más ganas.

Pongamos las cosas en perspectiva: hace un par de meses, asistí al funeral de un compañero de escuela que cursó la secundaria conmigo en España. Él tenía un año menos que yo.

Al menos tres de mis amigas de toda la vida, y que tienen más o menos mi edad, padecen algún tipo de cáncer.

Te cuento que su mayor preocupación no es su edad. Es vivir lo suficiente para ver crecer a sus hijos.

Hace poco, una de ellas publicó en sus redes sociales: “todo lo que quiero es envejecer”.

Por favor, disfrutemos la vida, celebremos la edad, y punto.

Si eres mayor que yo, quiero que sepas que soy plenamente consciente de mi juventud, aunque ya puedo acceder a algunos descuentos para la tercera edad (casi me desmayo cuando me enteré de esto) y en Estados Unidos me puedo mudar a una comunidad para mayores de 55 (no, gracias, ¡me encanta estar rodeada de gente más joven!).

Si, por el contrario, eres más joven que yo y crees que tener 55 años es ser VIEJA, déjame decirte que definitivamente no se siente así.

Espero que no te sientas vieja cuando cumplas 55. Pero sobre todo, espero que llegues a esta edad. En realidad, espero que vivas mucho más.

También espero vivir muchos años más. Mi querida abuelita, la mujer que me crió, falleció en julio, a los 101. Si sigo sus pasos, quizá me queden todavía 46 años por delante.

He leído publicaciones de otras blogueras sobre esto de cumplir 55 y pudiera parecer que las mujeres de mi edad estuvieran todas llenas de achaques, sin energía, arrugadas como lagartijas y con el pelo gris hecho un estropajo (no puedo esperar a que el mío esté blanco del todo para dejarme las canas).

Da la impresión de que a partir de los 55 se nos seca y se nos atrofia la vagina y que esto no tiene remedio. Que nuestra vida profesional llega a su término. Y que, en resumidas cuentas, se acabó la fiesta.

Cuidarse desde la juventud

Esta es mi opinión personal y subjetiva sobre este tema: excepto en los casos de enfermedades graves o discapacidades, el cómo nos vemos y sentimos a los 55, 45 o a los 75, incluso, depende de cómo nos tratamos desde nuestra juventud.

Comparemos esto con algo que la gente suele cuidar mucho: su coche. Toma dos coches del mismo año, misma marca y modelo.

Supongamos que llevamos uno de estos coches con regularidad al concesionario para que le hagan las revisiones y cambios de aceite, que lo lavamos y mantenemos como es debido.

Imaginemos también que el otro coche solo lo llevamos al taller o le prestamos atención cuando se avería.

¿Cómo se ve y cómo funciona un coche en comparación con el otro, después de 5, 10, 15 años? Lo mismo pasa con nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro espíritu.

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A los 55, soy la suma de todo lo que hice y todo lo que no hice en mi juventud.

Jóvenes, tomad nota, porque sé muy bien que a los 15, a los 20 e incluso a los 30, no crees que tumbarte en el sofá todo el día o abusar del alcohol y las drogas afectará tu vida cuando seas mayor.

¡Has de saber que sí te afectará!

Y si eres más mayor, recuerda que nunca es tarde para empezar a cuidarte. No se trata de cuántos años más vivimos y de vernos estupendas, sino de tener la mejor calidad de vida posible.

Aun así, no todo es perfecto

Créeme, no todo es color de rosa en mi vida, ni ahora ni nunca. En el último año tuve un gran susto de salud: casi acabo en la sala de operaciones para que me hicieran una resección del colon.

Después de meses de molestias gástricas y estomacales, un doctor finalmente decidió hacerme una colonoscopia (la segunda que me han hecho), durante la cual encontraron y extirparon un enorme pólipo precanceroso.

Afortunadamente, un cirujano especialista me recomendó una tercera colonoscopia para intentar eliminar lo que había quedado del pólipo, con la intención de evitar la cirugía.

No sabré si el procedimiento tuvo éxito hasta que, dentro de unos meses, me haga una cuarta colonoscopia. ¡Ya estoy por obtener un doctorado en colonoscopias!

Por supuesto que agradezco que lo hayan detectado a tiempo. Así que, de nuevo, sí, estoy más que agradecida por cumplir 55 años.

Todos los años hago una sesión de fotos por mi cumpleaños. Este año, por primera vez, me quedé sorprendida.

Cuando vi los números en las fotos, pensé “espera, cuando era más joven… ¡no me imaginaba así los 55!”.

Así que sí, estoy muy agradecida por cumplir 55 años. Y especialmente agradecida de cómo me veo y cómo me siento a mis 55. Si sigues mis historias en Instagram, verás que comparto lo bueno y lo malo de la vida a esta edad, pero también me esfuerzo por tener una actitud positiva porque, si no puedo reírme de mí misma ahora, entonces, ¿cuándo?

Mi vida está lejos de terminar a los 55

Este año escribiré un nuevo libro libro (creo que será mi título número 19).

También obtendré la certificación de instructora de yoga (fui instructora de fitness en mis 20 y mis 30) y así poder ayudar a otros a cuidar mejor su cuerpo, mente y espíritu.

He lanzado ya una nueva plataforma, The Flawed Yogini, para compartir online esta nueva andadura.

Seguiré con mis revisiones médicas y las colonoscopias, y, por ahora, continuaré tiñendo mis canas y tomando mi terapia de reemplazo hormonal religiosamente, porque, sí, la edad es más que un número.

Pero lo que hacemos y cómo nos sentimos a cualquier edad, ¡depende de nosotras!

No te pierdas mi más reciente libro, Tu mejor edad para tener una vida extraordinaria, de HarperCollins Español.