En la mediana edad, soy una mujer que ya puede mirar hacia atrás y meditar sobre lo que la vida me ha enseñado.
Habiendo superado más de un reto y muchas pérdidas dolorosas, he aprendido que a pesar de todo, merece la pena disfrutar de cada momento.
Quienes hemos perdido seres queridos, sabemos que en cualquier momento, la vida se nos va o bien nos roba a esa persona a la que tanto amamos.
Por eso, he meditado sobre las 50 razones (una por cada año hasta el medio siglo) por las que merece la pena disfrutar de nuestra estancia en la tierra, mientras dure.
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50 razones por las que merece la pena vivir
1. Siempre hay algo nuevo esperando a la vuelta de la esquina.
2. La vida es demasiado corta para desperdiciarla.
3. Las mañanas soleadas no tienen parangón.
4. Las mariposas en el estómago cuando te enamoras.
5. La ternura de la sonrisa de un niño.
6. Lo bien que te sientes cuando hacer ejercicio físico.
7. El café por las mañanas.
8. Un chocolate caliente en invierno.
9. Una película en buena compañía.
10. Una cita romántica con ESA persona.
11. La lluvia suave en verano.
12. Un buen fuego en la chimenea.
13. Una reunión con amigos queridos.
14. El nacimiento de un hijo.
15. El nacimiento de un nieto.
16. Un cachorro en brazos.
17. Un atardecer colorido durante un viaje.
18. La ilusión de tener un plan que llevar a cabo.
19. El placer de luchar por aquello en lo que crees.
20. La felicidad de un logro.
21. El orgullo por los logros de seres queridos y amigos.
22. La felicidad por la felicidad ajena.
23. Un baño caliente cuando hace frío.
24. Una ducha fresca cuando hace calor.
25. Una cama recién hecha.
26. Hacer travesuras.
27. Un orgasmo
28. Un beso apasionado.
29. Ayudar a quien amas.
30. Los regalos sorpresa.
31. Hacer regalos sorpresa.
32. Las hojas ocres de los árboles en otoño.
33. La nieve en invierno.
34. El océano frente a ti.
35. Dormir con la persona que amas.
36. Escuchar la voz de alguien a quien echas de menos.
37. ¡Oh! El chocolate.
38. El agua fresca cuando tienes sed.
39. El aroma de tu perfume favorito.
40. El aroma de la persona que amas.
41. El olor de un recién nacido.
42. Escuchar “Te quiero”.
43. Decir “Te quiero”.
44. Leer un buen libro.
45. Escribir un libro y que alguien lo lea.
46. Un cielo estremecedoramente estrellado
47. El arcoíris cuando pensabas que nunca dejaría de llover.
48. El alivio del “después”.
49. La esperanza de que mañana será otro día (y lo será)
50. La pasión que llevas dentro y es tu motor.
Estas son solo 50 razones por las que merece la pena estar vivo.
Seguro que tú tienes otras, diferentes, o bien compartes algunas de las mías. Lo importante, lo esencial, es darse cuenta de que cada día cuenta.
En cualquier momento puede pasar algo – cualquier cosa, dede una muerte a una buenísima noticia – que marca un nuevo rumbo.
Por eso hay que vivir cada día con pasión, con ganas.
¿Te animas?
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