Cuando era pequeña, las amigas de mi madre solían decir que, después de los 50, no se cumplen más años.
Mi madre, de hecho, odia que celebremos su cumpleaños y prefiere dejarlo pasar como un día más.
Casi todas las mujeres maduras que he conocido a lo largo de mi vida sienten que festejar después de cierta edad… no es apropiado.
¿Por qué celebrar que pasó el tiempo y estás envejeciendo?
Yo misma me sentí afectada, pero no por el paso de los años, que no me pesan, al contrario, me hacen sentir fuerte y sabia, sino porque me di cuenta de que me felicitaban con cierta tibieza.
“¡Uno más!”, “¡Ya cumpliste 40!”, “¡Llegaste a los 45!”… ¿qué significa eso? ¿No más torta de cumpleaños ni velitas?
Pues no, hay que celebrar cada cumpleaños con alegría de estar festejando que estás a la misma altura del año, con todos los que amas.
Quizá falte alguno, puede ser que la mesa se vaya vaciando de tus mayores, pero seguro que hay recién llegados, amigos nuevos, sobrinos, nietos, quizá un nuevo amor.
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NUNCA dejes de celebrar que cumples un año más
Da lo mismo, 50, 55, 60, 75, 101… estás aquí para contarlo y soplar las velas de tu torta soñando con deseos nuevos por cumplir.
Está bueno reír y dejar que te agasajen, hasta que te tiren de las orejas y te llenen de besos, que te saluden, que se acuerden de ti. Eres importante en tu vida y en la vida de ellos.
¿Aún no te convenzo?
Piensa en cómo te sientes cuando es el cumpleaños de alguien que quieres, ¿no tienes ganas de felicitarle sin importar los años que cumpla?
¿No buscas el mejor presente para esa persona y deseas que sea un día especial? Los demás, esos que te rodean, también quieren eso para ti.
No te escondas el día de tu cumpleaños
Cómprate algo lindo, bonito de verdad, mímate tú primero. Celebra contigo que estás aquí y has aprovechado hasta el último segundo de ayer.
Ahora es momento de empezar un nuevo ciclo. Llénalo con ideas nuevas, proyectos, viajes, sueños, ilusiones.
Siempre te digo que todo es posible a cualquier edad, y celebrarte a ti misma también.
No pierdas ese brillo en los ojos que reflejan las velas que sean… y si te molestan… ¡pon una sola! ¡Bien gorda! Y con ella resumes lo maravilloso de tu vida hasta ese momento.
Repito, NUNCA dejes de celebrar. Por ti y por los que te aman. Los años no vienen solos, es verdad, vienen llenos de equipaje y sorpresas. Date el gusto de abrir el regalo de la vida.
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