La flexibilidad depende de dos variantes: la elasticidad de los músculos y la capacidad de movimiento de las articulaciones.
¿Qué significa ser flexible?
Piensa en una persona flexible, ¿qué te imaginas? Mi primera imagen es una gimnasta, como Simone Biles, que salta y vuela como si fuera fácil.
Pero sigo pensando y me acuerdo de Lorraine, la directora de este sitio, que practica yoga a menudo y comparte las poses increíbles que consigue ya pasados los 50.
¿Quién más? Pues también pensaría ‘Wow, que flexible’ si veo a una octogenaria sentada en el piso con sus piernas cruzadas.
Lo que quiero decirte con esto es que lo de ser flexible es súper amplio y relativo a la edad y al estilo de vida.
Las gimnastas profesionales son una excepción, pero el resto de los mortales necesitamos mantener los músculos elongados para nuestra vida cotidiana.
Quizás no es algo que uno considere a los 20… pero cuanto antes mejor. Y siempre es buen momento.
Pero, ¿de qué sirve prepararse para ser esa abuelita capaz de sentarse en el piso con facilidad?
Dime, ¿crees que ella tiene problemas de equilibrio? ¿O que le cuesta estirarse para ponerse los zapatos? A que no.
Una buena flexibilidad física es de gran ayuda en el día a día y aquí te cuento los beneficios.
Facilita las tareas diarias
Atarse los cordones de los zapatos, peinarse, agacharse a levantar algo, subir y bajar de un bus, entrar al coche, vestirse, etc.
Hay muchas actividades cotidianas que se realizan con más facilidad y velocidad cuando el cuerpo está flexible.
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Evita caídas y lesiones
Tener los músculos entrenados y las articulaciones con amplitud de movimiento mejora el equilibrio y ayuda a evitar caídas, lo que a su vez, previene las posibles y temidas fracturas.
Por otro lado, la flexibilidad física contribuye a evitar lesiones en los músculos.
Mejora la postura
Una buena postura nos solo hace lucir mejor, sino que reduce las probabilidades de sufrir dolores de espalda y en el cuerpo en general.
Una columna flexible brinda mejor calidad de vida.
Disminuye el cansancio
Realizar estiramientos mejora la circulación de la sangre y ayuda a eliminar residuos, lo que hace que el cuerpo tenga más energía.
Además, los ejercicios de elongación reducen el estrés y la fatiga.
Como verás, son muchos los beneficios de tener flexibilidad física. Con el paso de los años, esto se va perdiendo, por eso es importante hacer algo al respecto.
Pero, ¿cómo se logra?
Si eres de realizar deporte, entonces ya tienes medio camino andado: puedes mantener tu rutina y si lo crees necesario, incorporar algunos ejercicios extra de elongación.
Si nunca has hecho actividad física, no temas empezar ahora. Son varias las disciplinas entre las que puedes elegir: stretching, yoga, tai chi, natación y Pilates, por ejemplo.
Propóntelo y deja que tu cuerpo sienta los beneficios.
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