5 Esenciales de belleza para mujeres maduras

A partir de una cierta edad por muy bien que te veas, hay cosas que son irrefutables: la vista falla, el vello facial hace su aparición y te salen canas.

A estas alturas no creo en productos milagrosos, pero sí en cosas que faciliten la rutina de belleza diaria.

A continuación comparto contigo cinco cosas que no faltan en mi tocador a mis 54 años y que espero que te ayuden a ti también.

1.- Un espejo de aumento

Por lo general me aplico cremas y maquillaje con las lentes de contacto puestas, porque con las gafas no soy capaz y sin ellas no veo bien.

Pero desde que me compré un espejo de aumento, puedo estar segura de que no saldré a la calle con el delineador mal puesto o con el colorete exagerado.

Sí, da un poco de susto verse todas las arrugas y defectos en aumento, pero el resultado después de usar el espejo es tan bueno, que merece la pena pasar ese mal trago. Si tiene luz incorporada, ¡mejor aún!

2.- Pinzas depiladoras

Ya no sólo son para depilarse las cejas, que empiezan a verse más finas, sino que las pinzas depiladoras ahora hacen falta para quitarse vellos en el bigote y en la barbilla o quijada.

Si tienes un problema mayor de vello en la cara, muy propio de la mediana edad, entonces quizá mejor usar cera facial.

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3.- Un producto para retocar las canas

Cuando ya tienes bastantes canas es difícil cubrirlas al ritmo que van apareciendo. Para retocarte de pronto antes de un evento, está muy bien Touch Back Touch-Up Marker.

Está disponible en varios tonos y es muy fácil de usar. Es como un rotulador que aplicas sólo en las zonas en que quieras tapar los cabellos grises.

4.- Una base hidratante para antes del maquillaje

Las bases hidratantes ayudan a aunar el tono de la piel de la cara, a rellenar pequeñas arruguitas y también contribuyen a que dure más el fondo de maquillaje.

Si no te gusta verte muy maquillada entonces usa este tipo de base sin aplicarte nada más por encima. Te prometo que te verás más lozana.

5.- ¡Un abanico!

No importa donde vivas, un buen abanico no sólo te ayuda a tener las manos ocupadas cuando estás nerviosa, sino que disimula el sudor de los sofocos propios de la menopausia. Además es un bonito complemento.