Recuperar sueños e ilusiones en la mediana edad

Uno de los motivos que me impulsó a crear esta comunidad bilingüe fue comprobar que para muchas personas – demasiadas en mi humilde opinión – llegar a los cuarenta y tantos o los cincuenta es motivo de una fuerte depresión.

Es la temida crisis de la mediana edad

Cómo recuperar tus sueños e ilusiones en la mediana edad
Escribe tus nuevos sueños e ilusiones y guárdalos en un tarro. Yo lo hago.

Quizá porque no hiciste realidad ciertos sueños que te marcaste en la juventud, o porque no alcanzaste determinadas metas, sientes que ya es tarde y que lo único que te queda es acostumbrarte al inevitable declive mental y físico que te llevará a la vejez.

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Bueno, pues estoy aquí para decirte que no tiene por qué ser así de deprimente.

Comprendo que puedas sentirte mal porque la vida a veces nos da bofetadas o incluso palizas de las que cuesta muchísimo recuperarse.

Accidentes, muertes, desilusiones, infidelidades, enfermedades … Pero a pesar de todo ello, hay que seguir adelante. No sólo por uno mismo, sino por los demás.

Hay que seguir adelante

Nunca olvidaré cuando mi abuelo, que en paz descanse, a sus noventa años me decía que ojalá se hubiera dado cuenta a los cincuenta años de que era en realidad un hombre bien joven (y apuesto además), en vez de quejarse de su mediana edad.

Por otro lado, mi abuelo hacía una cosa muy peculiar, que era ponerse años en vez de quitárselos.

Era vanidoso y le encantaba que le dijeran: “Huy, pues qué bien está usted para tener noventa y nueve años,” por poner un ejemplo.

Y mi abuelo murió a los noventa, hecho un cascarrabias, pero escribiendo, pintando y aún pensando en publicar su siguiente libro … genio y figura hasta la sepultura.

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Crecí viendo a un familiar a quien adoro y que me supera en edad y también en inteligencia, quejarse de su avanzada edad ya a sus veintinueve años.

Cumplir treinta fue todo un drama y los cuarenta y cincuenta no digamos. Claro que ahora, un par de décadas más tarde, mira atrás y se da cuenta – igual que mi abuelo – que a todas esas edades anteriores era un jovenzuelo.

Afortunadamente en algunos casos uno consigue aprender de la experiencia ajena, y yo aprendí a apreciar cada edad que he tenido y prepararme para las que – si los dioses así lo decretan – tendré.

Hay que construirse una nueva realidad

Para quien no me conozca y piense que soy una cincuentona ilusa y con la vida resuelta, explicaré que a los cuarenta y cuatro años, durante la recesión en USA me quedé sin trabajo, sin dinero, sin matrimonio, con una montaña de deudas y una enorme presión en el pecho fruto de la ansiedad.

Si alguien tenía motivos de peso para tirar la toalla, esa era yo.

Con amigos y conocidos pasando también por divorcios, desempleo, sueños desvanecidos, hubiera sido fácil dejarme llevar por el desánimo y pensar que ya qué me quedaba por delante salvo olvidarme de mis propios anhelos para sacar adelante a mis hijas.

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Sin embargo, con empeño, un esfuerzo titánico y desde luego el apoyo de amigos y familiares, no sólo saqué adelante a mis niñas, sino que construí nuevos sueños, me marqué nuevas metas y me abrí a la oportunidad de conocer a una nueva pareja y reinventarme profesionalmente.

El resultado de todo ello, fue que conocí al que considero el amor de mi vida, y me casé de nuevo el pasado mes de abril, y que tras ser editora jefe de dos plataformas online, he lanzado mi propia plataforma, fruto de mi pasión por inspirar a los demás a recuperar la ilusión por vivir.

Y es que cuando parece que ya no queda más por lo cual ilusionarse a una cierta edad, hay que construirse una nueva realidad.

Y esto lo digo teniendo amigos que pasan momentos durísimos como luchar contra el cáncer, enfrentar la pérdida de un ser querido, o tratar de salir de una depresión.

Todo esto forma parte de la vida, en la que lo único seguro es precisamente la muerte.

Y aún cuando hay días en que como todo ser humano tiemblo preguntándome si lograré cumplir mi siguiente sueño o no, o preocupada porque vuelva a suceder algo malo en mi vida, más miedo me da enfrentar la vejez sin dedicarme por entero a intentar disfrutar del aquí, del ahora, empeñada en ayudar a otras personas a darse cuenta de que a partir de los cincuenta y más allá, todavía nos queda mucho por soñar y por hacer.

Lorraine C. Ladish

Bilingual and bicultural Spanish-American editor, writer, speaker, influencer, yoga teacher (RYT500) wife and mom. Founder of Viva Fifty! Published author of 18 books. Her most recent book Your Best Age was released by HarperCollins in September of 2017.

3 Comments

  • Reply May 24, 2014

    Laura Carbonell

    Cierto. He vivido pensando siempre que ya era demasiado tarde. Curiosamente ese planteamiento parace que ha desaparecidoultimamente. Nunca es tarde… Gracias por compartir y alegrarme el dïa. Un día más…

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